Aspectos genéticos de la diabetes neonatal
La diabetes mellitus (DM) es un grupo heterogéneo de desórdenes caracterizado por hiperglucemia y varios grados de desarreglo metabólico como resultado de la insuficiencia de las células beta o el deterioro en la secreción y/o acción de la insulina. Con frecuencia, la DM es de naturaleza poligénica, siendo los desórdenes más prevalentes la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 1A es causada por la destrucción autoinmune de las células beta, la cual es típicamente manifestada por la presencia de auto-anticuerpos dirigidos hacia las células beta en el páncreas. La masa de células beta y la secreción de insulina están marcadamente reducidas para cuando se manifiestan por primera vez los síntomas de diabetes. El curso natural es la destrucción continua de las células beta con la deficiencia absoluta de insulina y la necesidad de insulina exógena en dosis de reposición fisiológica. (más…)
Metabolismo celular en atletas adaptados a las grasas
Las bajas concentraciones musculares de glicógeno (tanto inducidas por la dieta como por la actividad física) están asociadas con la fatiga durante el ejercicio prolongado submáximo (<85% de la captura pico de oxígeno o VO2 peak por sus siglas en inglés) con una duración mayor a 2 horas. El agotamiento de glicógeno es una función de la concentración inicial (pre-ejercicio) de glicógeno y de su tasa de utilización durante la actividad. Por lo tanto, las estrategias nutricionales para mejorar el desempeño de la resistencia se han enfocado típicamente en formas para incrementar la disponibilidad de carbohidratos (CHO, por sus siglas en inglés) para maximizar el almacenamiento de CHO en el músculo y el hígado en los días y horas previos al igual que mientras se consumen CHO adicionales durante el evento. (más…)
Restricción energética dietaria y riesgo de cáncer
La prevalencia de sobrepeso y obesidad, definida como un índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés) mayor a 24.9, se ha incrementado a una tasa epidémica en las últimas décadas y un exceso de peso corporal para la altura está asociado con un incremento en el riesgo de varias enfermedades crónicas incluyendo ciertos tipos de cáncer, conocidos como cánceres asociados a la obesidad. (más…)
Microbiota intestinal y obesidad
La obesidad resulta de la acumulación del exceso de tejido adiposo; sin embargo, este no es un desorden único sino un grupo heterogéneo de condiciones con múltiples causas. Las principales causas del aumento en la prevalencia de obesidad incluyen factores conductuales y ambientales, tales como el consumo excesivo de alimentos ricos en energía y un estilo de vida sedentario. Con todo, ahora se reconoce que una serie de predisposiciones fisiológicas y ambientales, poco exploradas, está detrás de los factores de riesgo tradicionales para la obesidad y sus desórdenes metabólicos asociados. En este sentido, la microbiota intestinal ha sido propuesta como un factor ambiental responsable de la ganancia de peso y la alteración del metabolismo energético que acompaña al estado obeso. (más…)
Enfermedad celiaca, inflamación y daño oxidativo
La enfermedad celiaca (CD, por sus siglas en inglés), una condición inflamatoria crónica común y heredable del intestino delgado, causada por la intolerancia permanente al gluten/gliadina (prolamina), está caracterizada por un complejo interjuego entre factores genéticos y ambientales. Las fracciones de prolamina en los granos de cereal (gliadina en trigo y proteínas similares solubles en alcohol en otros cereales, secalina en centeno, hordeína en cebada) son los estímulos ambientales responsables del desarrollo del daño intestinal asociado con CD. (más…)
Micronutrimentos y reparación del DNA
La evidencia epidemiológica apunta bastante fuerte hacia una asociación entre el consumo de frutas y verduras y la prevención de varios tipos de cáncer, pero todavía existe debate y confusión sobre los mecanismos del efecto protector. Por muchos años, se mantuvo la hipótesis del antioxidante: frutas y verduras invariablemente contienen antioxidantes (vitaminas C y E, carotenoides, flavonoides, etc.): el daño al ácido desoxirribonucleico (DNA, por sus siglas en inglés) por radicales libres puede resultar en mutaciones y eventualmente en cáncer; los antioxidantes eliminan los radicales libres y previenen este daño; por lo tanto, los antioxidantes deben ser responsables de la protección contra el cáncer. (más…)