Ácidos grasos poliinsaturados y receptores nucleares
Aunque desde hace tiempo la nutrición ha tenido un papel predominante en el manejo de la salud, los mecanismos por los cuales ciertos nutrimentos son esenciales para la salud óptima y para la prevención de enfermedades humanas han sido elucidados (al menos parcialmente) en años recientes. A comienzos del siglo 20 dos ácidos grasos (FAs, por sus siglas en inglés), el ácido linoleico (C18:2n-6, LA, por sus siglas en inglés) y el ácido α-linolénico (C18:3n-3, ALA, por sus siglas en inglés) fueron reconocidos como esenciales, y más tarde fueron claros los efectos positivos de sus derivados alargados e insaturados, los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs, por sus siglas en inglés) ω-6 y ω-3. Antes de los 1990s, se creía comúnmente que los PUFAs ejercían sus efectos a través de cambios a nivel de fosfolípidos (PLs, por sus siglas en inglés) en la membrana o a través de la producción de moléculas señalizadoras como los eicosanoides. En 1992 se estableció la existencia de receptores nucleares capaces de unirse a los Fas y así afectar la transcripción génica. (más…)
Introducción a los receptores nucleares
Pequeñas moléculas lipofílicas, tales como hormonas liposolubles, vitaminas y metabolismos intermedios, juegan un importante papel en el crecimiento, diferenciación, metabolismo, reproducción y morfogénesis de los organismos superiores, incluyendo los humanos. A diferencia de las hormonas polipéptidas que actúan en receptores unidos a la membrana (más…)